- Empiezo por HARO, capital del vino de La Rioja, pues allí están algunas de las principales bodegas en el barrio de la Estación (por cuestiones logísticas). Allí teníamos el hotel y como nos gustó, lo voy a recomedar: Hotel Los Agustino, esta es la página web: http://www.hotellosagustinos.com. La fotoes del patio interior donde se sirven los desayunos.
En Haro además de las bodegas se puede visitar la Basílica y la iglesia de Santo Tomás (esta última muy bonita). En la Plaza de la Paz hay mucho ambiente por las tardes y justo al lado esta la Herradura, la zona del tapeo. Se llama así por la forma que hacen estas dos calles al juntarse. He de decir que nos gustó más esto que la la famosa calle Laurel de Logroño.
Y en cuanto a las bodegas, para poder vistarlas es preciso concertar la cita.
Casi todas tienen página web así que no es difícil contactar con ellas. A nosotros nos recomendaron visitar Muga o López de Heredia, por ser de las más importantes y tradicionales. Elegimos esta última por dos motivos: era gratis (en las otras se paga, no mucho, la verdad) y porque nos habían hablado muy bien de ella. Creo que elegimos bien, nos encantó. Aquí tenéis la web con el teléfono: http://www.lopezdeheredia.com/
El edificio tradicional se complementa con una edificación donde se ubica la vinoteca y la recepción de visitas, fue diseñado por Zaha Hadid, es el que se ve en la foto.
Para comer voy a recomendar un asador que se encuentra cerca de Labastida, a unos 5 kilómetros de estas bodegas. Se llama Jose Mari y está en un pueblecito llamado Rivas de Tereso. Ideal para comer lo típico: patatas a la riojana y chuletitas al sarmiento. Estupendo y no es caro.
- A unos 10 minutos de Haro está SAJAZARRA. Un pueblo medieval precioso, pequeño y muy cuidado. Hay pueblos "con encanto" que tienen una iglesia, una calle empedrada y ahí se acaba todo el encanto. No es el caso de Sajazarra. En los último años este pueblo se ha hecho famoso en la zona por el festival de música clásica que celebra en agosto. El castillo no se puede visitar, pero igualmente vale la pena acercarse.
- SAN MILLÁN DE LA COGOLLA. Está compuesto por dos monasterios Suso y Yuso. Para el primero hay que concertar cita por teléfono con antelación porque el acceso es restringido, solo sube un minibús cada media hora en grupos de 25 personas. Cuesta 3 euros la visita. Apenas queda nada del primitivo monasterio y de las cuevas donde San Millán y los ermitaños que lo acompañaron se retiraron del mundo. El entorno tiene mucho encanto.
El Monasterio de Yuso se puede visitar sin reserva y cuesta 4 euros.
La visita es guiada, como en todos los monasterios donde aún quedan monjes viviendo (aquí nos dijeros que 12, de la orden e los agustinos). Es interesante por toda la historia de la lengua castellana y vasca que se esconde en sus códices. Allí se descubrieron las Glosas en el códice 60. Eran anotaciones en lengua romance que se hacían a los márgenes para traducir textos latinos. No es un monasterio especialmente bonito por lo demás pero es "visita obligada".
- SANTO DOMINGO DE LA CALZADA. El camino de Santiago pasa por la puerta de su catedral. Es muy entretenido sentarse enfrente y ver a la gente pasar.
Dentro de la catedral hay como curiosidad un gallo y una gallina vivos que remiten a un milagro del Santo que fundó este pueblo. No me gustó como estaban organizadas las visitas, parecía un mercado, con el sacerdote anunciando dentro de la iglesia por magafonía el inicio de las visitas guiadas (que por cierto, valían 1 euros por persona).
Por lo demás, hay dos paradores y se puede dar un paseo por la calle donde pasa el camino, llena de edificios históricos.
Allí comimos en el restaurante El rincón de Emilio, comida tradicional muy buena, y hay menú por 15 euros. Está justo detrás del parador de la carretera.
- EZCARAY es un pueblo que está a unos 10 minutos de Santo Domingo. Me encantaría pasar allí un par de semanas todos los veranos. Es un pueblo de montaña muy bonito y muy tranquilo.
En el centro hay varias plazas con cafés y calles preciosas para pasear.
Este es el ambiente de las afueras del pueblo, con muchos espacios verdes.
- BRIONES es otro de los pueblos de la ruta del vino. Allí está el Museo de la Cultura del vino, creado por la familia Vivanco.
Nos sorprendió mucho el museo: las primeras salas explicaban a través de los materiales originales y de unos audiovisuales muy buenos el proceso de cultivo de la vid y de la elaboración del vino. En las últimas salas había una exposición de obras de arte relacionadas con esta bebida, desde ánforas romanas hasta cuadros de Picasso y Sorolla. Además tienen la mayor colección del mundo de sacacorchos, más de 3000, todos expuestos.
La entrada al museo costaba 7'50. Si además se quería ver la Bodega Vivancos el precio era de 12 euros.
- De LOGROÑO tengo poco que destacar: la Concatedral, la calle de los Portales, el Espolón y la famosa calle Laurel.
Nos encontramos con varios altercados con la policía, riñas callejeras, robos... No nos causó una buena impresión.
- Y para acabar LAGUARDIA , en La Rioja alavesa. Uno de los lugares más bonitos que visitamos. No es un pueblo grande, apenas tres calles principales y un paseo-parque que rodea el pueblo.
La Iglesia de Santa María de los Reyes se debe visitar por la portada interior que conserva todavía policromada y sin restaurar desde el siglo XVII, protegida por la puerta principal.
Como curiosidad en la Plaza donde está en ayuntamiento hay un reloj carrillon muy antiguo. Preguntad en la oficina de turismo las horas en las que se abre porque no lo recuerdo.
Todo el pueblo de Laguardia está escavado por el subterráneo, ya que cada casa tiene su propia bodega. Algunas de ellas se pueden visitar y nos recomendaron que lo hiciéramos, pero por cuestiones de tiempo no pudimos.
A pocos kilómetros de aquí está Elciego, por el que vale la pena pasarse para ver el impacto de la bodega de Marqués de Riscal y el hotel diseñado por Gehry sobre el paisaje.
Y aquí termina nuestra visita, hay más y tendremos que volver para verlo. Nos gustó mucho La Rioja.
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evatelleva
2 comentarios:
"Patatas a la riojana y chuletitas al sarmiento". Se acercan peligrosamente las 12 y mi apetito crece y crece... y con ese comentario más! La Rioja, otra pendiente. Y con lo que me gusta el vino...
Te la recomiendo mucho, Sus, y no solo por el vino y la comida, que son excelentes, claro. También porque hay muchas cosas para ver, mucha cultura del vino y muchos pueblos de esos con encanto que vale la pena visitar. Si te animas a ir ya nos contarás!!
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